- 250 gramos de ejotes
- dos o tres dientes de ajo de buen tamaño
- aceite de oliva
- agua
- sal y pimienta
En el sartén pongan a dorar en el aceite el ajo picado como Dios les dio a entender, como les guste, pues. Agreguen los ejotes secos (prefiero dejarlos con un poco de agua, me gusta que el ajo dorado quede un poco chicloso), sal y pimienta al gusto y sofrían unos minutos.
Ahora depende del gusto de cada quien, si les gustan más crudos o más dorados los ejotes. Así de sencillo se obtiene una buena guarnición para carne, nada difícil.
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